Reseña: COLECCIÓN DE QUIMERAS Y MOMENTOS de Anna Espelta del Castillo

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Este pequeño libro, apenas 45 páginas, que presento es grande en sus pequeños contenidos. Se trata de momentos o instantes que se observan desde el sueño de lo imposible, y también desde aquellos que simbolizan pensamientos de una realidad más tangible.

La autora Anna Espelta divide este libro de reflexión en dos partes. Una primera constituida por las “quimeras”, esos sueños o ilusiones que anhelamos pero sabemos que son imposible de realizar. Pequeños cuentos donde el tiempo es el tema de reflexión simbolizado en el pelo al viento donde en maraña de enredos se funden sus pensamientos confusos por un cuerpo que se rinde al paso del tiempo. O la sonrisa que pasa a ser mueca inexpresiva y sin sentido a la sonrisa de la complacencia y el conformismo para esconder el amargo y agrio mundo, imágenes que acribillan una mente sensibilizada donde la poesía de las letras de Anna proyecta belleza y lirismo. Pequeño cuento donde los tiempos verbales, el imperfecto se funde con el finito de “señales” imágenes de una realidad entre dos mundos, un punto gramatical, que se deforma a la voluntad de una niña que desea crear un “puente” entre la realidad exterior y el mundo interior, saltos que logran la caída a un abismo de desconcierto en la elasticidad del “punto”. Un mundo de desorden.

Siempre el “tiempo” que juega al albedrío para las personas, cerciorando la mente como la gota de agua que lentamente erosiona a las personas, rocas de firmeza vulnerables a su nimiedad que concluye en los “escombros” de la vejez.

Quimeras para ganar un pulso al tiempo, sabiendo de antemano, que es una partida perdida entre un David y un Goliat, donde la piedra lanzada al monstruo, no acierta en la diana, y Goliat con más “rabia” e “ira” destruye a David, persona mínima que se funde, en las manos del gigante como el agua que se atrapa entre los dedos.

Imagen repetitiva y objetiva en 15 pequeños cuentos donde el dolor de la autora se palpa en imágenes desordenadas como los cajones de recuerdos que se acumulan en desorden y desconcierto, rebosantes, desparramados y perdidos en el suelo de la mente.

“Tiranizada por ella misma, Elisa miraba cada mañana su calendario, donde la seguridad de lo planificado y la repulsa de lo imprevisto la llevaba a reformularlo de manera obsesiva día tras día”.

La segunda parte de este pequeño libro de pensamientos en flashes lo constituyen los MOMENTOS divagaciones entre la soledad de la persona en una multitud humana, donde el conformismo deja paso al olvido en “cuerpos marchitos”. Y está en nosotros cambiar el “ritmo y la rima” de nuestras vidas, proyectadas al público en una sala de cine, donde “la cordura se oscurece”. Un mundo donde el miedo no le está permitido conjugarse pues solo “busca el refugio de cobardes y éstos en él”. Y es en este mundo, donde preferimos formar parte del rebaño y ser dirigidos, cuerpos sin mutación posible en igualdades de conformismo, a enfrentarnos al rechazo de mentes y pensamientos ajenos a un mundo vacío donde la trivialidad, hipocresía y superficialidad campa a sus anchas.

“El grupo de extraños se reunía para comer, y aunque los intentos de aproximación daban resultado, persistían las incómodas miradas y la opresión neuronal en busca de nuevas palabras que pronunciar.

Querían demostrar su urbanidad ante un perturbador reto que al final se sumía a la realidad del dispar hervidero, donde el primer individuo que hacía uso de su teléfono desataba la libertad del grupo; ahora convertido en una amalgama de individuos aislados que solamente compartían normas en un espacio, reducido a frías pulsaciones en hipnóticas pantallas”.

Un libro que personalmente me ha reconciliado conmigo misma, pues esas Quimeras y Momentos están presentes en mí, alterando a ratos mi ritmo de vida. Relatos mínimos de apenas 8 ó 10 líneas con una profundidad de contenido, simbolismo y prosa poética.

Sólo puedo recomendarlo a aquellos que buscan algo diferente a todo lo que se publica sin menoscabo de los demás, pero para grandeza de esta autora hasta ahora para mí totalmente desconocida.

Rendida a ella.