Persiguiendo un corazón

Reseña: PERSIGUIENDO UN CORAZÓN de Lauren Morán

Persiguiendo un corazón, romántico, donación de órganos, segundas oportunidades

Poema de las Cosas

Quizás estando sola, de noche, en tu aposento
oirás que alguien te llama sin que tu sepas quién
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente, pero que no se ven…

Y también es posible que una tarde de hastío
como florece un surco, te renazca un afán
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se están yendo siempre, pero que no se van…

O al cruzar una calle, tu corazón risueño
recordará una pena que no tuviste ayer
y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido, pero que pueden ser…

Por más que tú prefieras ignorar estas cosas
sabrás por qué suspiras oyendo una canción
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son…

Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.

José Ángel Buesa

Empiezo esta reseña con este poema que Lauren o Laura como la conozco yo hace referencia en Persiguiendo Un Corazón que en similitud podría resumir este libro, un canto a la esperanza y al amor.

Ingrid y Adrián es una joven pareja enamorada con un acontecimiento por celebrar. Mientras ella espera a su enamorado este sufre un accidente, con muertecerebral. En el hospital donde es trasladado se activa el protocolo de donación, y finalmente muere. Aceptar por parte de la familia de Adrián su muerte y más su última voluntad creerá un conflicto moral y familiar al que Ingrid tendrá que hacer frente. En este viaje de aceptación de la muerte del ser querido, el inicio de una nueva vida tras la pérdida, “Yo no sentía sólo su pérdida, sino también el saber que tendría que vivir sin él”  el descubrimiento del amor y los entresijos de la donación de órganos, Ingrid no estará sola. La acompañarán Ruth, la hermana y mayor apoyo de Ingrid, una joven impulsiva con su propia historia dentro de ésta, amores, desamores, cambio de vida; decidida, y con el lema “buena cara ante los males” positivismo a raudales, sensualidad en su aspecto y segundas partes no son buenas, son mejores. Esa chica que muchas desean ser. Y Álex, el vecino médico, adicto al trabajo, con un bagaje de desilusiones amorosas, el yerno que toda suegra quisiera, y el chico guapo a la que todas las chicas vuelve loco, su carácter a veces huraño no le impide empatizar con los más desvalidos. Implicado emocionalmente en la historia tanto como médico y por la amistad que le une a Ingrid, le hará replantearse su vida, tomando nuevas decisiones. Ellos serán el bastón donde Ingrid, una joven con futuro prometedor, se sujetará para volver a recuperar la ilusión en la vida, en las personas. Además de quiénes se amparará para dar sentido a la muerte de Adríán.

Junto a ellos otros personajes secundarios se verán afectados por la muerte de Adrián y su última decisión, sus padres, Gloria y Hernán con reacciones muy diferentes ante el duelo, la pérdida y la donación. Marcos ese, príncipe azul que aparece de puntillas sin hacer demasiado ruido pero siempre presente. Y amistades de unos y otros.

Sin olvidar a Adrián que si bien muere desde el inicio de la novela, su espíritu está presente en cada personaje, en cada línea. Un joven que en vida tuvo los pies en la tierra, sin dejarse deslumbrar por su riqueza personal, empático con las cuestiones sociales, decidió dar un regalo a otros tras su muerte “¿Por qué malgastar así un cuerpo que podría ayudar a vivir a otras personas con problemas?”

Laura con un estilo limpio, sin ornamentos, pues no los precisa, describiendo lo más importante, los personajes. Crea una historia cuyo centro neurálgico es la donación de órganos, lo que implica para el donante y quien lo recibe y el hospital como lugar de encuentro de buenas nuevas y no sólo de enfermedades y desdichas. El duelo y la pérdida para los familiares del fallecido, y diferentes reacciones ante la donación. Todo ello bien integrado en varias historias de amor y las diferentes maneras de vivirlo. Con un narrador omnisciente alternando con el Yo propio de la principal protagonista Ingrid, donde los recuerdos del pasado más reciente, sus pensamientos, sus miedos, son la base de una historia de segundas oportunidades, de amores juveniles que avanzan hacía la madurez, de la esperanza de una nueva “vida” como aliciente de un futuro donde el “amor” siempre sobrevivirá de una o de otra manera.

Aunque aparentemente parezca ser un libro juvenil, dulce y sin estridencias artificiosas, Persiguiendo Un Corazón te reconcilia con el altruismo de las personas, el amor al prójimo, la bondad, las segundas oportunidades y la VIDA, pues la muerte puede tener un buen fin “dar vida” a quien realmente lo necesita.

“Cada vez que visitaba a uno de aquellos pacientes, sentía como una parte de mi prometido seguía viva y eso me aportaba y eso me aportaba una oleada de energía y positividad, la cantidad necesaria que precisaba para que mi mundo siguiera moviéndose. Ese amor que había perdido y había vuelto a encontrar en el sitio menos esperado”

Persiguiendo un corazón es el corazón vivo que palpita amor por la bondad y la gratitud de quién lo llevo en su cuerpo ofreciéndolo como regalo.

Un libro muy recomendado para quienes gusten del romanticismo y una lectura amena y agradable, un libro también para los jóvenes para que tomen conciencia de que a veces según las decisiones así es la vida. Y una autora a seguir en su crecimiento literario.

“Él hizo una buena acción y debemos respetarla”

“Que nada pueda contigo y sigues luchando por lo que quieres”

Lauren Morán o Laura Flanagán escritora dos pseudónimos una misma pasión.

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