La Princesa Yasevé

Blog Literario, desde el rincón de los olvidos

jueves, 19 de enero de 2017

Una conversación informal: El Duque del Altozano, Fernando Cotta y yo

Una conversación informal: El Duque del Altozano, Fernando Cotta y yo.

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En  los últimos tiempos se ha denostado quizá con razón, quizá no, el papel de las redes sociales y su influencia en la vida cotidiana. No pretendo hacer un estudio de sus ventajas o inconvenientes, sino hablar de mi propia experiencia. Puedo decir, que personalmente me han dado muchas alegrías, entre ellas conocer y interactuar con muchas personas que nunca hubiera imaginado. Entre ellas estos dos amigos, porque son ya amigos, que visitan mi pequeño espacio: El Duque de Altozano y su autor, Fernando Cotta.
—Buenas tardes, vuesa merced. ¿Qué prefiere tomar un café, un whisky, o una jarra de vino caliente, aromatizado con romero?–
—¿Y tú Fernando?–Fernando y yo nos tuteamos porque somos buenos amigos, Twitter nos dió la posibilidad de conocernos, y desde entonces nuestra amistad ha crecido en proporción al tiempo transcurrido.
—Me preguntaba caballero ¿qué siente tan hidalgo y noble caballero, verse resucitado en un mirlo blanco, redimiendo los pecados del pasado?–
—Comprenderá mi encantadora y bella doncella que poco o nada puedo deciros tiempo ha, pues el Divino me da una de pan y otra de vino para que vaya asumiendo los errores que me han traído a este emplumado destino, pero… salvo de féminas piezas de todo puedo comentar sin que Él, me envié un mensaje de los que duelen por detrás, así que si de veras queréis escuchar la vida de un soldado sin pecados…, pero me consta que no, pues no hay mejor enmienda que la historia de la jo, jo, jodienda. ¡Perdón Señor que se me ha ido!, no hubo intención!, aguantad por favor la reprimenda.
Sigo asiduamente sus lances, Fernando me da esa oportunidad, mejor dicho, soy una fan incondicional que le ofrece pleitesía. He comprobado que su adaptación a estos nuevos tiempos ha sido muy rápida, viviendo el día al día. ¿Quizá por su disciplina de caballero y militar? O tal vez, ¿por su carácter curioso, a veces meteloentodo en mi humilde opinión, extrovertido y sociable?
 La curiosidad mata al gato, reza ese famoso dicho que cierto es, y si no que se lo pregunten a los que por liebres comen felinos, ¿no os parece? La disciplina es lo que parece y no es,  hidalgo y honrado soy en el campo de batalla, ¡como un auténtico soldado!, pero fuera de ella, amigo de Santo Tomás de aquí sí. Decir quiero y necesito que los tiempos han cambiado, ahora ya sabe lo que se reza, una pica, un quitapenas, el acero toledano y al que se agache pronto, se la colocan por el ano. Curiosas formas de vida que veo y comprendo, pero que en mis carnes, ¡no tolero!, faltaría más.
En cuanto a mi carácter si gustáis llamarlo de extrovertido, puedo añadiros que en apariencia se ve, pero que en la existencia no se palpa, pues siendo pillo en terreno de otras varas como he sido, permitirme no puedo que me vean lo que hay tras el cepillo, pero adelantaros que caballero, ¡sí!–
—Soy una mujer independiente, decido todos mis actos, y me perdonará vuesa merced, pero en su época las doncellas estaban sometidas a los pies de los hidalgos caballeros, en mi opinión, unos machistas, ¿qué opinión le merecemos nuestra situación de igualarnos a ustedes los hombres?
 En terreno de once varas me habéis metido mi señora, ¿no os dais cuenta que decir no debo lo que quiero y que si lo hago, seguro que cobro del pastel por uno y otro lado?, pero siendo hidalgo acostumbrado estoy a recibir e ir dando, así que sabed, que comprendo el resultado de lo que hoy acontece, pues mis enamoradas princesas derecho tienen a ser lo que pesan, pero… recordad también que cuando el equilibrio de la balanza se antoja a uno u otro lado, el destino anda desproporcionado, en especial si de varones se habla, porque exigiendo demasiado, al final les sale menos caro ir buscando pelotas que el sustento habitual y bien sostenido de una hermosa doncella–
 —Fernando, estás muy callado, y escuchando a nuestro caballero, me preguntaba, ¿qué hay del Duque en ti?–
 — Gracias Dolors, el Duque ya me tiene frito, jajaja, ¡vaya tela con el caballero! Puedo decirte que es un personaje irreal que va al pairo de lo que le place, tiene vida y no pende ni depende de mi pluma, sino de las circunstancias que otros ponen a su alcance.
Como todo autor, hay un sí y un no en cada escena, pero puedo decir con tranquilidad, que con el pájaro tengo muchas similitudes, en especial en cuanto al honor y caballero se refiere–.
De ello doy fe, Fernando tras su risa irónica, esconde a todo un fiel y noble caballero. Una persona con grandes principios éticos y morales, y que sabe distinguir quienes merecen su amistad por muchas diferencias, sobretodo en cuestiones de política se refiere, les separe.
 —Sr. Duque ahora a las doncellas no se las conquistan versando debajo de un balcón, más bien hoy en día no es necesario que estén presentes los futuros amantes. Para ello tenemos páginas de contacto on line, ¿qué le parece?
 —Disculpad que no entienda vuestro lenguaje, el caso es que en tiempos de la Invencible una temporada estuve en otras tierras, allá por lo que hoy llaman la de los Hijos de la Gran Bretaña, por lo que On era sobre y Line si correcto fuere diríase que línea, es decir sobre la línea. Querida mía, así llevo todo la vida, contacto va, contacto tengo, pero hoy y gracias al Altísimo, esos los voy dando como resultado de lo que viví en otras épocas más ardientes y saladas que las de ahora, pues conquistar una hermosa mujer era todo un entretejer de verbo rimado, a corazón descubierto y pecho cubierto, que os conste, y sin tener en cuenta un  poema, que para esos menesteres, deciros quiero, que solo si son cuestiones de bragueta.
—Creo que internet nos ha ayudado a romper las distancias físicas y morales entre los humanos, pero también pienso que a pesar de ello, las personas estamos más solas que nunca, ¿lo cree vuestra merced?
 —Visto he que hablan con pequeñas cajas como si delante de ellos alguien hubiera, pero no soy quien ha de juzgar el contenido, sino vuestras mercedes. Ahora no hay armas por doquier, sino lengua y puños de vez en cuando al amanecer, así que en el fondo habéis perdido por un lado, lo que ese aparato os da por el otro, ¡perdón!, quería decir os entretiene, ¡pardiez!, que se me va, el… y eso no puede ser.
 —Incluso actualmente se puede mantener sexo a través de la red con un móvil o a través del PC, lo que llamamos cibersexo, ¿cómo lo ve?–
 —Dóile el turno a la pluma que describe lo que acontece, que siendo hora va ya.
¡Gracias señor Duque! Hacer el amor con un móvil es más fácil que con un Pc, eso te lo garantizo, pero no porque esta mano haya comido del mismo granizo, sino por las posturas, jajaja. No estoy acostumbrado a conquistar a quien me gusta por las redes sociales u otras aplicaciones destinadas para tal caso, así os lo digo, pero también y en esto soy ducho y testigo que no es lo mismo escribir lo que se piensa, que improvisar aquello que no se espera y sorprende. La conquista del azahar es completa en la presencia de su flor y un tanto disparatada a base de cortejos que se corrigen y redirigen con sumo cuidado. En vis a vis, los reflejos son el secreto de las maniobras por excelencia, sin embargo a base de pluma, todo el mundo es capaz. ¿No lo veis así?, es fácil engañar cuando el resultado de lo que se ha de enviar se estudia con detenimiento y se coloca a la voluntad, o cuando se estudia a la víctima en cuestión, para atacar donde se debe. En definitiva princesa, prefiero los aceros en la calle, un museo, el metro o un bar que el texto descrito para el mismo destino se ha de culminar.
—Aprovecho que el mirlo te ha dado la palabra, por que vaya piquito tiene, para preguntarte, ¿por qué creaste a un personaje como el Duque, y reencarnarlo en mirlo de pico de oro?-
 —Por encargo de un gran amigo escribí una obra destinada al teatro llamada La Venganza del Altozano, que por cierto, aún falta por adaptar. Dicha obra es además parte de una novela histórica en la que estoy trabajando, mejor dicho, que tengo a la mitad y esperando para seguir con ella. Otro amigo llamado Gonzalo S. Rey, autor de la “Llamada”, me comentó que a su hermana le había encantado el personaje y que podría utilizarlo para dar consejos de faldas y otros menesteres relativos al consumo de humana carne, así que aproveché y lo integré como parte de una proyecto que quería poner en marcha y por entonces no pude. Reencarnarlo fue el resultado de otra novela que sí tengo finiquitada y que está pasando su última revisión, ¡eso espero!, donde los personajes viajan por el tiempo, pero en esta ocasión me pareció más oportuno resucitarle antes en 2.015 que cruzar al personaje de la novela del XVI, ¡vaya tela!, que si ya es complejo escribir, solo faltaba que dichas figuras dieran saltos de novela en libro así como quien anda por casa, ¡jajaja! –
—Por cierto, caballero ¿qué es lo que más le ha sorprendido del S.XXI, viniendo vuestra merced del S. XVI?–
— Sumas son las diferencias del resultado final, pero os puedo anticipar la libertad y la ausencia de malicia en terrenos de vida, la expresión como fundamento y derecho o las diferentes formas de ver la fe sin cobrar por el contencioso a base de calor, torturas o la misericordia en el cuello o el pecho, son las que más me placen. Las iglesias ya no tienen el poder, algo impensable para los que en aquellos tiempos luchamos a base de espada, daga, pica o sable matando a diestro y siniestro en el nombre de Dios. También he de decir, que no es poco, esas máquinas que ahora utilizáis para desplazaros, los caminos bien señalados y cuidados, muchas son las intendencias de las que hablar y poco el espacio para plasmar. De menos echo las descaradas formas del verbo, la regularidad de la ironía en cada frase, la rima según plazca sin tener que ser poesía, la cortesía de un caballero, hoy pocos veo y la falta de fe, en el Dios que sea, pero ahí está, unas veces porque la curia aprieta y ahoga y otras…, porque no llega—.
 — Valores como la lealtad y  el honor era el catecismo de las personas, y en concreto de los hidalgos y caballeros. Personalmente creo que se han perdido en la actualidad. Eso me hace pensar que en épocas pasadas las diferencias, las calumnias y otras chanzas se solucionaban a base de duelos, y creo que no era la solución.   Para eso tenemos Twitter o los juzgados. ¿Está de acuerdo conmigo?–
 —Sabed que el honor es lo único que no pierde un soldado, un hidalgo o un caballero, ¡si lo es!, claro está, el que no lo tiene da la mano y se palpa y el que lo lleva como firma en el pecho, hacerle falta no le hace y si la da, es porque en ella no hay maldad, solo sinceridad.  Perder el honor es andar por la vida sin lealtad, sin el coraje necesario para seguir andando el camino con honestidad, el peor de los destinos de un humano que quiere y aparenta, pero que no lleva en su corazón la identidad, sin ése derecho, un caballero, un hidalgo, un soldado no lo es, por lo tanto, ¿qué queda detrás?, simplemente un vacío, el hastío a tu aparente libertad, saber que nada vales y que menos importas en la realidad, por ello y mucho más, el honor merece su limpieza, si no es con sangre, que sea según las justas de la actualidad—.
 —Por cierto, todo ha evolucionado, incluso la forma de hacer la guerra. En su época era cuerpo a cuerpo, actualmente es más tecnológica, pero tan cruel o más—.
 — La nobleza en la batalla un hecho puntual fue que pocos siglos duró, y es de Ley que motivos hubo y retuvo el soldado, ya que viendo que las tasas de los oficiales no eran las mismas que para los de barro, hambre, sangre, fuego y aceros cuando de premiar se trataba, o simplemente en otros tiempos en que rendir la plaza fuere el mejor remedio. Crueles son todas, hoy se mata de la misma forma, quizás sin tanto miedo a tener que criar un nuevo batallador, pero fueron muchas las guerras en la historia, la nuestra y las de otros, que al pueblo pasaban a degüello, así que para el caso, el dolor es el mismo, salvo por la propaganda o publicidad de esas grandes cajas con imágenes que tanto utilizáis. Antes una noticia o una desgracia podían tardar un año en llegar, en cambio ahora vuela con la misma facilidad en que se produce el avatar—.
 —Fernando, habla ¡pardiez! que este Duque tiene mucha lengua, en serio. ¿Qué quieres transmitir con las andanzas del mirlo blanco?—
 — No es lo que yo quiera transmitir, sino lo que hace por cuenta ajena. Cuando escribes está lo que tú quieres y expresas por un lado y lo que otros ven. El Duque es un pájaro vivo en su esencia, hay mensajes por doquier sobre nobleza, ética, unidad, afinidad, prudencia, política, religión… incluso de amor. Si no lo ves, es que tienes razón, ¡jajaja!–
 —Mira una de las cosas que me atrajo de ti, y me hizo tu fiel seguidora, es tu estilo tan personal de escribir, al estilo del S. de Oro: en verso y rima, irónicamente y con mucho humor. En mis tiempos de estudiante, Quevedo, Lope y Cervantes me iniciaron a la lectura y a amar las letras. ¿Por qué has decidido escribir con ese estilo?–
 — Cierto es que el humor es mi personal forma de ver las cosas, quizás la defensa natural que aún me da lo que necesito para mantenerme vivo en vida, porque el resto sale de lo que hay y vemos cada día. Ironía es nuestro mundo, sarcástico el devenir de los resultados y ácida la vida y si no que se lo pregunten al destino, del polvo vienes y en polvo te convertirás, jajaja, como verás un tres en uno, que sumando dan como consecuencia el gracejo de una frase que no es más que el carácter del que lo forja. Hay que tener en cuenta que a Don Quijote le conocí de verdad, pero a base de lápiz y papel, palabrita del niño Jesús, ¡que sí!, que yo también lo escribí por méritos propios de un fuerte y por suerte castigo. Once o doce años tendría por aquellos lares, así que supongo que algo se me quedó, amén de la Zorrilla, ¡perdón!, Don José, que la lengua se me iba por los cerros de Úbeda, algún otro como el perro que ni comía ni dejaba hacer, incluso a Dumas con sus mosqueteros, pero hay también en vida quien de su humor me fijé, Vázquez-Figueroa e incluso Pérez el Reverte, ¡sí!, porque el de ahora… ¡ya ná que ver!–
—Sr. Duque que no lo abandono, ¡hable, hable!–
—Me planteo una cuestión caballero en cosas de politiqueo. Andamos en la Hispania sin gobierno, pero los españoles ahora podemos votar y decidir, vivimos en democracia, pero ¿realmente cree vuestra merced que decidimos quien nos gobierna? Porque en sus tiempos de caballero debían pleitesía al sr. Noble o Rey y acataban su palabra—.
— Las cosas, cambiado no han, pero lo parecen, tan solo las formas, antes lacayos éramos de los reyes, duques, marqueses, condes, fulanos de su Santidad y otros inhumanos de la fe y  prosperidad. Hoy seguimos siendo lo que antes era la realidad, pero con diferentes personajes, ha cambiado los perros pero la correa sigue siendo la misma, mucha chusma estamos cuidando que por peteneras nos las dan con gracia tomando, que con salero… ¡sabe mejor!, no es lo mismo que al abismo del ano estrecho te envíe un descortés, que un sonriente caballero, así son las crónicas de los anales, ¡si!, ¡señora!, entre políticos, grandes fulanas, ¡perdón! quise decir compañías, intereses desbocados de quienes de repartir, no quieren saber ni en prosa, así es la cotidiana paradoja que el tiempo nos depara, una sonrisa, un voto y ¡agáchate que te toca!  No obstante reconocer debo que mejorado sí hemos la vida, el cuerpo tarda más en chirriar, la guadaña se lo toma con tranquilidad, las enfermedades ya no son lo que eran, pero eso en nuestras Españas, que por ende, las cosas no cambian si las alforjas del burro van equilibradas en los países pudientes, ¡claro está!–
—Tema caliente en esta España son las diferentes nacionalidades que conviven y la diversidad cultural. En su devenir por la geografía española, con esas alas que la gracia de Dios le ha concedido, ¿el castellano como idioma peligra?–
— ¡Fuego, fogo, fire!, ¿dónde?, si así fuera, surgirían de nuevo caballeros que detrás de sus figuras no dejen pie con cabeza, con la pluma me refiero, claro está, y si de la lengua se tratara, quien así piense que haga la maleta, pues a Cervantes, Don Quijote, Sancho y Rocinante, nadie le hace sombra en plaza alguna, ni Shakespeare, ni la bien pagá y de éstos unos cuantos que por generosa y benevolente ambición de sus bolsillos, intentan descomponer una bendición—.
 —Fernando al hilo del idioma, pero en referencia al libro,  ¿veremos impreso el libro del Duque? ¿ y por qué decidiste presentarlo en forma de capítulos y descargable vía web?–
 — ¡Faltaría más!, ahora estoy haciendo caja con los ingresos de la ventas vía web, pero esos van a Panamá y me da no sé qué invertirlo en papel, ¡jajaja!– 
— La realidad es que quise que fueran series cortas para aprovechar el tiempo del transporte y que el lector pudiera analizar cada uno de los capítulos con tranquilidad—.
—Y ¿qué opina la pluma del Sr. Duque de las nuevas formas de conversar vía tuits, whashaps? ¿desvirtúan el lenguaje?–
 — Desvirtuar no lo sé, pero lo que sí es seguro, es que las reales academias de las lenguas universales las van a pasar canutas para incluir todos los modismos y expresiones, que por los santos talentos salen de los adentros, salvo que esas compañías se presten y ofrezcan a dar otras alternativas, que permitan al usuario meter un dedo entero dentro de la tecla, que a mí no me caben y claro, entre chisme y cimborrio, ibas por Tenorio y te sale una treta que no entiende ni el que parió la modélica obra de arte—.
 —Por cierto Fernando, nos conocimos por Twitter, nos seguimos en Facebook, conversamos por watshap  o Skype, ¿ qué opinión te merecen las redes sociales?—
 — Tengo que reconocer y eso me duele, que las sociales redes tienen un lado positivo, y digo que me hace daño, porque ese punto es un cretino, como lo digo, expreso y plasmo. Si el autor quiere obtener resultado de las redes, lo tiene difícil, somos tantos con las mismas ganas, que es casi imposible destacar por la calidad de lo que haces sobre los demás, y ¡válgame el cielo que por mí no es!, sino por compañeros/as en ambos lados que siendo plumas por excelencia, en la literatura se comen un pan como dos hostias y sin embargo las estrellitas, que entre amigos van sumando valen más que la prosa bien escrita, expresa, dicha y figurada. Es una pena, pero al final estoy seguro que la fruta madurará, dando a cada uno la manzana que se merece. Sin embargo en cuanto a socialización tengo que añadir que es una gran puerta, así lo veo y me consta cada día. He conocido a personas de todas partes gracias a Internet, unas buenas y otras a medio hacer, pero siempre ha valido la pena, en especial cuando tocan a la puerta humanos como vuestra merced—.
—Mi pájaro preferido aconseja mucho en cuestiones de amores, ¿qué es el AMOR para vuestra merced?–
 — No hay hipérbole que loe, mida o indique esa sensación, tan solo maneras de aceptar o no, esa condición. El amor es… la consecuencia de un número infinito de ausencias prolongadas en una hora, un estado atemporal e incondicional de la materia que no se toca o ve, pero que se presiente, una circunstancia, un segundo, una mirada, una conclusión que siempre acaba con el dulce y áspero corte de una guadaña–.
 — En su boca siempre está el nombre de Dios. Viendo todas las masacres, genocidios que en su nombre se han realizado a lo largo de los siglos, siendo el Dios de cualquier religión ¿Cómo lo justificaría, si se puede justificar?–
 La fe no es mala, son las personas quienes la manipulan en su propio beneficio, los políticos y eclesiásticos. Creer nunca fue nocivo, todo lo contrario, pero con razón y en sostenido afán, que no por mucho madrugar, amanece más temprano. El secreto del imperio que más ha durado en la historia, fue la religión, en este caso y como no podía ser de otra forma a Egipto me refiero. Se utilizó como instrumento para unir a la población y expulsar los infortunios. Tan negativo es un intransigente religioso como un ateo extremista, que los hay—.
—Vaya el café está dando para mucho, me pasaría la tarde-noche conversando con ambos, pero vuestra merced tiene quehaceres y don Fernando más aún.  Pero antes de despedirnos tengo una duda. Un noble caballero como usted, tan varonil y HOMBRE, ¿cómo ve que en la actualidad sea visible y aceptado las nuevas formas de relaciones afectivas y opciones sexuales? Lo comento porque en uno de los capítulos, concretamente el de Lucrecia, aparecen—.
— Querida mía, pero que extrañas preguntas me hacéis, tengo que reconocer que a base de estopa, el Divino me va enseñando que hay cosas que ahora son de normal ver, pero de ahí a que toque una piruleta que mía no es, hay duelos y quebrantos, se lo digo como es.
A cada cual su antojo, ni corto ni pincho un despojo que mío no es, pues de mal avenido sería que por mi propio entender, no pudiera ver que hay quien sufre por una persona de su misma condición y otros que no tienen ese don, deciros quiero en esta ocasión que a cada cual su alforja, él sabrá en qué costado le vendrá mejor, si dar la lisonja de frente o recibirla mirando hacia oriente. El Divino me va enseñando que hay cosas que ahora son de normal ver, pero de ahí a que toque una piruleta que mía no es, hay duelos y quebrantos, se lo digo como es—.
—Queridos os despido, quiero deciros y decir públicamente, antes, que vuestra conversación es de lo más entretenida, se aprende, de la experiencia, su buen hablar y de los conocimientos que ambos me aportáis. Pero ante todo debo agradecer vuestra amistad, la de vuesa merced El Duque y personalmente la tuya Fernando.
— Un millón de sinceras gracias Dolors por esta conversación y por supuesto por tu inestimable apoyo, que para quien no lo sepa, a esta increíble princesa, conocíla como seguidora sin saber que siendo como es, dedicara su tiempo a tan bellos menesteres como leer y discurrir la prosa de otros, mientras que entre plato y plato, suelta un poema que desgarra hasta los cubiertos de la mesa–.
 Y así acaba una de las tardes más deliciosas y amenas que he vivido en los últimos tiempos.
¿Quién es Fernando Cotta Pollo, en su boca? Su biografía.
Nacido en Madrid y “criao, ensoleao y embotellao” en Santa Brígida, justo debajo de San Mateo y en el citerior de Gran Canaria. A sus 14 años creó su primera obra de teatro,  sátira sobre el petróleo en los años 70 que perdió por el camino a la península.  Emprendedor y empresario durante su vida profesional, de los que tienen una idea y se buscan la vida para ponerla en marcha. Siguió escribiendo durante estos años, pero artículos técnicos.  A los 50 decidió dejar los negocios y emprender una nueva vida adherido a la literatura. Hoy no vive de ella.
La historia con el humor de la ironía y la sátira su propuesta vehicular para hacer llegar su pluma al público en general. Algunas obras publicadas. La Venganza del Altozano, Andayquelesdén y la comarca de la Joda y El Duque del Altozano, en breve PAPIRFER, eso mismo dijo el año pasado y numerosos artículos, crónicas, críticas, frases, etc, en su blog.
2016-04-27 19.30.15



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