Reseña:LAS COSAS QUE ESCRIBÍ MIENTRAS SE ME ENFRIABA EL CAFÉ de Isaac Pachón.

El día que Isaac Pachón se puso en contacto conmigo, para participar en su #BBTCosasqueescribí pensé – bueno, más tarde miras de que se trata–. Inciso: hay días que estoy tan ocupada que a veces dejo para mañana muchas cosas, y esta parecía irremediablemente que iba a ser una de ellas. Pero algo en mí se despertó y mi curiosidad me invitó a echarle una ojeada al blog de Isaac, isaacpachon.com al instante, y al fin supe que embarcaba en un viaje. Y ¿el destino?

Mi viaje se acaba hoy en esta reseña, pero siempre tendré la posibilidad de volver a visitar ese maravilloso país que ha creado Isaac “COSAS QUE ESCRIBÍ MIENTRAS SE ME ENFRIABA EL CAFÉ”. Ya que para mí eso es, un país de las Maravillas formado por pequeños pueblos, pequeños relatos, microrelatos otros, pero cada uno con su idiosincrasia y todos unidos por la sensibilidad de su autor.

Cosas que escribí mientras se enfría el café, es un libro de relatos, de diferente tamaño cada historia, y como bien dice el título que los aúna, son para leer en esos momentos que necesitamos en nuestro día para desconectar durante unos minutos de la rutina, relajarse y volver a cargar baterías. En unos minutos Isaac te lleva a vivir un amor a primera vista como en Caroline, calzarse en los zapatos de un extraño, Bellini y los zapatos, la magia y la muerte en el Gran Luissini, sentir las flechas del amor en A bocajarro y muchos más. Prefiero no desvelar más y sí invitar a tomar un café ya sea con leche, expreso o capuchino, y si no les gusta, aquella bebida o tentempié de su agrado, y mientras saborean, huelen aromas, dejarse deleitar por estos relatos.

Siempre digo y pienso que un libro no es solo aquellas historias que nos transmiten los escritores. Cada vez que se lee un libro nuestra actitud, nuestro estado de ánimo, nuestras circunstancias personales, nuestras ganas, se trasladan a la historia y a veces la vivimos intensamente, o pasa desapercibida. Lo mismo sucede con los relatos de Isaac, con cada relato te identificas más o menos, pero todos ellos te transmiten un mensaje, que tú, como lector decides aceptarlo o no. Mensajes que cuando reflexionas cinco minutos y los valoras compruebas que son reales y parte de nuestro transitar.

Así desde mi punto de vista, y lo marco con rotulador fosforescente, me han transmitido mucha nostalgia, algunos tristeza, la muerte muy presente, pero también la vida, la vejez como esa etapa de sabiduría de vida, la infancia ilusionante, el amor fiel y también el infiel. Las buenas, malas y no tomadas decisiones. No sé momentos y ánimos que cotidianamente se viven, y que por el ritmo de vida que tenemos, no pensamos, pasando por nosotros como la lluvia a veces refrescante, a veces molesta y siempre necesaria.

Personajes del día a día, un camarero, un jubilado, chicas seguras de sí mismas, escritores…Personajes de todas las edades, predominan los masculinos, pero también está presente la mujer. Quiero atisbar que muchos de ellos son el propio Isaac que se transmuta en ellos.

Su estilo narrativo es sencillo, sin demasiados adornos metafóricos, aunque en algunos deja llevar su prosa hacía lo más poético como en Surrealismo de Espuma. Pero claro, es que en realidad cada relato es una metáfora, de la vida y no necesita de más. Formado por 27 relatos y el Fin, y un prólogo original, fresco de Paula Campos, que te invita a la lectura ávidamente

Personalmente me ha emocionado leerlo, me ha ayudado a poner en cuestión aspectos muy personales y disfrutar de un viaje de sueños lleno de sutilezas; sin violencia, inciso: cuánto se agradece; de inocencia y cotidianidad. Y en ello está la excepcionalidad.

Un libro amable, bello en su contenido, ligero por su tamaño y grande por sus relatos. Un pequeño tesoro para guardar en el cofrecito de los buenos recuerdos, aquél en el que guardamos el primer amor o nuestro primer hijo. Y siempre para volver a leer.

Menos es más y COSAS QUE ESCRIBÍ MIENTRAS SE ME ENFRÍABA EL CAFÉ es lo más.

“No, que te lo quedas, y luego me enamoro” cita del Préstamo uno de los relatos que más me han emocionado. Isaac cuando puedas devuélveme el corazón, ahora está en tu libro.