Reseña: NAVAJA DE LLAVERO de Isabel Salas

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“Gracias a la vida que me ha dado tanto

Me ha dado el sonido y el abecedario

Con él las palabras que pienso y declaro

Madre, amigo, hermano y luz alumbrando

La ruta del alma del que estoy amando”

Violeta Parra

En ocasiones es necesario salir o alejarse de los convencionalismos y de las rutas marcadas por la mayoría, para poder realizar un viaje interior y reconciliarse con uno mismo. De esta manera es este libro, un viaje al abismo como el submarino al fondo del océano, para descubrir el fondo marino de una piscifactoría de peces de colores vivos y vivaces, que burbujean el oxígeno, y engrandecer su menudez. Así es Isabel Salas en Navaja de Llavero un viaje a su interior, descubrir a esa malagueña de ojos azules como el mar cristalino, porque no necesita bailar sevillanas y demostrar que la tristeza también se instala en la gracia andaluza, y salir triunfante cantando por bulerías.

Eso es este libro un cante flamenco donde la poesía de sus palabras y no de sus versos, porque poesía no es solo aquella que se ajusta a cánones de rimas y métrica, de sonetos y alegorías; sino el dolor y el desamor, el amor y placer, la tristeza y la alegría, el sexo y el seso, las entrañas y los arrojos. La poesía, el flamenco e Isabel Salas son una sola unidad. El sufrir y el vivir, la desgana y las ganas en los ovarios de la mujer cincelada a golpes de decepciones y desengaños, mas no por ello con arrojo y el ímpetu de comerse la vida.

Debería decir que encontrar a una mujer que transmite tanto en tan poco, sería injusto por mi parte, sino alego que nuestras conversaciones y encuentros furtivos a altas horas de la madrugada no me influyen para leerla y comentarla. Será verdad eso que dicen que las cosas pasan por algo, las idas y venidasde personas en tu vida tienen razón en tu destino. Y por una casualidad nos encontramos ambas en, algo tan superficial y efímero, como el Facebook.

Recuerdos se agolpan en Navajo de Llavero el primero de ¿relato?, ¿pensamiento? el recuerdo al amigo ausente, que se perdió en la muerte, pero no lo hace con tristeza, sino para recordar como cometas en el aire, su amor y

“las ganas de hablar contigo que no se me quitan.

De contarte mis cosas.

De escuchar tus secretos”

Recuerdos de buenos momentos, donde Isabel transmite la añoranza y a la vez la esperanza de su amigo Eric, risas y ganas para secretos y confidencias, entre dos amigos, para desatar miedos y cortar con aquella navaja de llavero las cuerdas que unen temores y miedos,

“Esto lo arreglo yo. Voy a cortar la cuerda y la dejamos ir.

¿Te parece bien?

Amarramos los miedos a la cuerda y que se vayan todos.”

Y la vida se tiene que vivir por la Ley de Eric hasta que duela, de reír, comer, llorar…hasta que aguantemos.

Y querer aunque “mi corazón y yo” discutan,

“Yo por querer quererte

con cuidado,

y él,

porque quiere que con cuerdas y besos,

te amarre a mi lado”.

Poema para evocar como querer, absorbiendo TODO lo bueno y lo malo.

Encuentros y desencuentros en DENTRO DEL COCHE de aquellos que fueron pareja, Carlos y Laura, y acabaron entre abogados por los hijos, para años después reencontrarse en un impulso, una llamada de teléfono y, reír y llorar, recordar y olvidar. Un relato que reaviva las emociones “contenidas, supuestamente superadas y olvidadas”

Relatos y poemas, pensamientos donde la Naturaleza siempre está presente, símbolo de la comunión de la autora con la Madre Tierra, copulando con los estímulos de la ciudad, la tierra mojada con el asfalto caliente, sensaciones que nos despiertan las emociones y los olores.

DESPEDIDAS con olor a canela, porque no siempre despedirse o dejar que se vaya debe ser doloroso, sino el momento donde los besos y las manos dibujen un cuadro de vivos colores para el recuerdo. Un regalo.

Quien conoce a Isabel Salas, sabe que no tiene pelos en la lengua, no habla ni comunica para ser “políticamente correcta”, no lo necesita, las cosas se dicen porque sí, y a quien le molesta, es su problema y así en PARA ESO en versos define la poesía,

“aunque no sea bonita,

ni legal

ni tenga música de fondo,

ni brillos de luna

en cabellos enamorado”

Porque la poesía son los sentimientos que en fila gravitan en nosotros y seleccionamos, según nuestro momento, para tomarlo en diferentes cafés de granos recién tostados.

La autora en la anarquía de la vida, recorre, nos hace palpable, el momento en que escribe, miedos, errores como la PALOMA que despistada sigue viviendo. Situaciones cotidianas, de todo humano, el matrimonio, la infidelidad, la separación en ANILLO DE CASADO y en ÉL, ELLA Y LA OTRA.

Y sin vanidad escribe Isabel como una bala del calibre 9 esquivando golpes, defendiendo su persona de los artificios de la sociedad, siendo ella la pasión y la confusión, la lágrima y la risa, una mirada brillante que se lanza a todo.

Y más recuerdos de olores, de infancia, de abuela, de madre y de mujer, poemas, suspiros y pensamientos, miedos y demonios.

Personalmente me quedo con un cuento fantástico donde el recuerdo, un paraguas, la lluvia, el azar, un vasco y una malagueña conforman una sonrisa en el lector, y un déjà vu preciosísimo y preciosista en EUSKAL HERRIA. También me quedo con VELO DE NOVIA un poema totalmente erótico, sin tapujos, porque basta ya de tanta hipocresía, y esconder el placer sexual de la mujer como sí de ello no pudiéramos gozar, como sí ello fuese un pecado.

“Siento como tu mano

sujeta mis cabellos

y aprietas un poquito,

lo suficiente

para inmovilizarme la cabeza,

señalar tu presencia,

mostrar tu fuerza

mientras dices que vas a hacerme

una sorpresa.

Una máscara hidratante de belleza.

Y funciona.”

Y así hasta 87 poemas, pensamientos, o mejor “pensoemas” desgranando sentimientos, desglosando versos, desgarrando las entrañas, desahuciando temores y miedos, desconectando la mente en vuelo de cometas sin cuerdas donde amarrarse y volar en libertad en el cielo azul transparente de Isabel Salas, ella sanadora de cicatrices del alma con “agua, cariño y jabón”.

Chorros de palabras calientes para descongelar las almas de un mundo que se olvidó de los momentos, la soledad, las heridas, las tristezas, las risas, los olvidos, la paciencia, los golpes, las hijas, la vagina y el pene.

“El bello sentimiento de estar bien conmigo misma sin más,

consciente de mi cuerpo, de mis defectos, del pasado, de

todo lo amado y todo lo vivido. Aceptación, paz, dicha, y

enseguida, al volver al presente, después de ese viaje astral por

dentro de mí misma, mis labios dibujan esa sonrisa que tanto

amabas e imagino tu dedo recorriéndola como hacías a veces

antes de besarla”.

Aquí acaba este viaje astral por las palabras de esta mujer “grande” y que me “revuelve las entrañas” porque yo como ella sorbemos la vida y moqueamos los miedos. Una reseña diferente y especial de un libro para tocar la sensibilidad. Decir que NAVAJAS DE LLAVERO es la continuidad de EL CANARIO y LA MÁQUINA DE COSER.

“Gracias a la vida que me ha dado tanto

Me ha dado la risa y me ha dado el llanto

Así yo distingo dicha de quebranto

Los dos materiales que forman mi canto

Y el canto de ustedes que es el mismo canto

Y el canto de todos que es mi propio canto

Gracias a la vida”

Violeta Parra