Reseña: SERES MALDITOS. LA CONVERSIÓN de Eba Martín Múñoz.

Blog literario, novela de vampiros. — Blog literario, reseña, novela de vampiros, terror, original

“Probablemente, de todos nuestros sentimientos,

el único que verdaderamente no es nuestro es la esperanza.

La esperanza le pertenece a la vida.

Es la vida misma defendiéndose”

Rayuela, Julio Cortázar

Nunca pensé que un libro de terror gótico y de vampiros me podría creer esa adicción a sus palabras, como los susodichos a la sangre humana. Y eso me ha pasado con la saga de Seres Malditos de Eba Martín. Ya en la primera reseña que realicé sobre El Origen, libro primero, me quedé fascinada, con ganas de más, y otra vez su autora me ha dado su confianza para seguir leyendo La Conversión, y como no esperaba menos gratamente sorprendida.

Dicen que segundas partes no son buenas, pero como todo en la vida las normas o se rompen o tienen sus excepciones, y eso en mi opinión ha conseguido transmitirme Eba con esta segunda parte.

Quien empiece a leer Seres Malditos la primera cosa que le vendré a la cabeza que no es posible que ese libro lo haya escrito una mujer. Me explico: después de tantos años de lecturas, de todo tipo y del bagaje de la vida, he podido comprobar que se distingue perfectamente un libro escrito por un hombre o por una mujer. Y no quiero hacer distinciones, todo lo contrario siempre he abogado y defiendo fielmente la igualdad de sexos. Pero una cosa tengo clara hombres y mujeres tenemos sensibilidades diferentes, formas diferentes de gestionar sentimientos y emociones. Y aunque muchos escritor@s logran meterse en el alma de sus opuestos, siempre hay algún retazo de quiénes son. En este caso Eba ha sido capaz de transmutarse, como sus personajes del inframundo, en una narrador TOTALMENTE masculino. Su vocabulario, sus gestos, sus emociones, sus hechos cuando interviene son de HOMBRE.

Si en El Origen se presenta a un vampiro YO, porque así se califica y denomina a lo largo de la historia; me pica la curiosidad por saber su nombre, la verdad, contando su historia junto con una serie de personajes, todos ellos forman parte de la fauna del terror y del inframundo, vampiros, demonios, nigromantes…que a modo de protagonistas corales, con idas y venidas del pasado al futuro, pasando por el presente forman el andamiaje de esta historia. Estos mismos personajescontinúan en La Conversión con más o menos protagonismo, apareciendo de nuevos como Alberto.

YO continua relatando su presente en el 2075 en el mismo punto donde lo dejó en El Origen, en su presente siente la necesidad de volver a su pasado, para dar sentido a su condición de vampiro, a dar sentido a su vida como ser humano, para encontrar la esencia de su existir, redimiendo los males causados y provocados por su actuar y sus facultades mágicas. Porque no debemos olvidar que YO es un ser, un vampiro fuera de lo común, como humano tenía la capacidad de empatizar con las personas, una capacidad mágica que si a priori puede resultar positiva, también se puede utilizar para provocar daño, ya sea por odio, venganza o por sentirse engañado. Provocando sucesos a su alrededor que marcaran su destino como ser humano. Volverá a su pasado al orfanato de Zaragoza donde era “ el demonio pelirrojo” en las décadas de los 70 y los 80 junto a Eva y Sergio, sus “hermigos” cuya conexión mental, mágica y eléctrica con ellos forman un vínculo de sangre y crean su propia FAMILIA más allá de lo que el tiempo y el espacio pueda separar.” — ¡Familia para siempre! – repetimos los chicos”. Crecerán, pasarán por la adolescencia, amores, desencuentros, separaciones, mentiras, secretos, venganzas pero siempre cada uno acude a la llamada de los otros en los momentos más necesitados. Y YO recordando su pasado indaga en cada momento, en cada emoción vivida para explicarse su soledad, su incapacidad de amar y ser amado. El momento en que se rompió el vínculo entre ellos, la maldición que sobre ellos pesaba a la amistad y al amor que se profesaban. El odio que nació y ansia de muerte y sufrimiento que despertó YO en su amadísima Eva.

Porque Eva aumenta en esta segunda parte como personaje, siendo cada vez más protagonista, viviendo su presente también en el 2075, pero a través de YO y de ese narrador omnisciente y en ocasiones partícipe de la historia, avanzamos en su crecimiento físico y emocional, en sus facultades y capacidades mágicas. Así sentirá el amor, sufrirá, sentirá deseos de venganza, guardará secretos, estudiará veterinaria, rechazará su condición que la hace única, aprenderá y seguirá la estirpe centenaria de su familia de nigromantes. VIVIRÁ:

“¿No es eso la vida, perseguir la felicidad y el amor, y atesorarlo? ¿Para qué vale, si no, nuestra existencia?”

Siempre desde la naturalidad de sus actos, la cotidianidad y la normalidad. Pero, ¿en qué momento deja de ser el pilar fundamental de la relación entre los tres amigos? ¿por qué deja de ser quien fue como mortal para convertirse en quien es en el 2075?. Invito a su lectura.

Eba al igual que en el libro primero, construye su libro en capítulos según del personaje de quien nos quiere hablar. Así salta en el tiempo constantemente desde el 1888 cuando es Leo quien relata su realidad, junto a su amigo el “loco pelirrojo” de Vicent Van Gogh y las demandas de éste. Seguimos la nebulosa en que vive Luna, la nigromante, madre de Eva, en el Bilbao de 1961. Sus viajes y encuentros en Zaragoza junto a su hermana Lidia, en la misma época. Y su rival Ianire ubicada en Madrid. Otros personajes adquieren importancia o aparecen de nuevo con sus respectivos capítulos Paula, la muñeca diabólica, Maximiliam, Arioch, Núria…y por supuesto el destino final de María la madre de YO.

Y la proeza de Eba radica en integrar y dar cohesión a la historia entre la aparente “confusión” de personajes, tiempos y espacios. Porque son diferentes historias necesarias de conocer para entender la historia en mayúsculas de YO y Eva pues en ellos donde gravitan los demás.

Una historia de vampiros, demonios, nigromantes y otros seres sobrenaturales y mágicos con sentimientos, sienten necesidades y se emocionan como cualquiera de los mortales. Sufren, se enamoran, sienten celos, DOLOR, culpas, tristezas, incertidumbres, compasión, mienten, disfrutan del sexo, lloran, ríen y todo ello con el lenguaje directo de la calle, en muchos momentos con mucho sentido del humor, guiños a series de TV actuales y pasadas, libros hasta Justin Bieber.

No sin ello dejar de transmitir denuncias sociales contra la homofobia, el maltrato contra la mujer y la trata de ellas, el machismo, una apología de la NO VIOLENCIA “ la violencia sólo genera más violencia en el mundo. Me soltó que esta se queda pegada al corazón como basura radiactiva y que te transforma para siempre, sin posibilidad de vuelta atrás” .

Rompiendo los topicazos de los libros vampirescos creados sobre todo por Hollywood en los últimos tiempos Eba consigue transmitir lo malo de los mortales y de los que habitan en el Inframundo “ el egoísmo del ser humano, la crueldad de los demonios y la sed de sangre de los vampiros”, pero también lo bueno y la esperanza de una VIDA mejor para los unos y los otros.

Un libro para todo el que busca algo diferente, original, fresco, algo gore y de terror gótico, pero a la vez emocional, con amor, mensajes de positivismo y, desde sus palabras directas y sus “tacos” empatizas con sus personajes. Me ha encantado y por su final preveo la continuación.

“El amor a uno mismo, al prójimo, a la vida, a la familia y a ese sol que ya no vemos…”