Reseña: SERES MALDITOS: EL ORIGEN de Eba Martín
Una amiga y compañera de lecturas y reseñas como Thelma García elescritoriodelbuho.blogspot.mx me aconsejó, cuando inicié esta aventura de reseñar, que delante de un libro, lo leyese con la mente más limpia posible de ideas preconcebidas, opiniones ajenas y prejuicios. Y cuando me puse a la lectura de Seres Malditos es lo que hice. Esta aclaración la realizo porque al saber que era una novela de terror y de vampiros la primera imagen que tuve, fue la de la saga Crepúsculo. Y más allá de la realidad. La única relación existente entre ambas son sólo los vampiros.
Seres Malditos es una historia de vampiros y una fauna de personajes terroríficos, demonios, brujas, nigromantes, Viudas Negras…que pueblan un submundo integrado en el mundo de los mortales. A diferencia de otras novelas del género, Eba Martín nos presenta una serie de personajes oscuros con luces de humanidad. Es una historia coral, ya que son varios los personajes que argumentan la historia alrededor de un personaje principal que va hilvanando a los demás. Es a partir de este personaje, sin nombre, Eba le denomina Yo, que nace la historia.
Tras la Tercera Guerra Mundial (2020) la sociedad estará formada por mortales y por aquellos personajes que existían sólo en la fantasía y la mitología. Muchos de éstos serán amparados y protegidos social y legalmente como los vampiros, practicantes de magia blanca, etc, aunque relegados a vivir en guetos o confundidos con los humanos. Aún la nueva sociedad mantiene los prejuicios históricos hacía ellos. Pero otros serán incluidos en una “lista de Malditos” por ser enemigos de la humanidad. Serían los demonios, brujas de magia negra, zombies, etc.
“Yo” se presenta en Madrid del 2075 reflexionando sobre su pasado de humano y su realidad actual: “Cuando me convirtieron, pensaba que podría volar, dominar mentalmente a los vivos, que me haría poderoso, despiadado y sin conciencia. Que timo…..Eso es lo que somos : una hipérbole de nuestro ser mortal, de nuestros vicios y defectos”. “Yo” relata su pasado en la vida de los mortales, su nacimiento en 1965, la relación con su madre, María, una yonqui que reniega de su hijo, y el internamiento en un orfanato donde conocerá y unirá su destino al de Eva y Sergio. Nació con unas facultades que le diferenciaban del resto de mortales, y éstas en ocasiones fueron armas de defensa, pero en otras, de ataque. Recuerda momentos en el orfanato donde fue marginado y humillado por sus compañeros por ser diferente. He de decir que Eba aprovecha estos retazos del pasado para poner en evidencia y denunciar realidades actuales como el bullying escolar o el abuso de menores. En su vida actual de vampiro mantiene aspectos de “humano” como la empatía, la conciencia y la carencia afectiva. El mismo se siente estafado y decepcionado como vampiro, “cuanto dolor y decepción nos ahorraríamos. Sentirse estafado durante una eternidad es una putada. La decepción conduce a la amargura”. Y si no fuera poco…el sexo como diferencia.
Eva es otro de los personajes en el que gira la vida de “Yo”, una relación amor/odio en el tiempo. Aunque la animadversión entre ambos no se explica, seguro que en una segunda parte de esta historia lo sabremos. También nació con unas capacidades diferentes y mágicas. De hecho es hija de Luna, la bruja nigromante cuya historia también se va relatando paralela a la de Yo. La lucha de brujas por el poder Luna y Ianire, demonios ávidos de sexo y carne humana, vampiros históricos Leo y Selene, y otros seres sobrenaturales conforman este relato.
Eba nos presenta a estos personajes no sólo en sus capacidades sobrenaturales, terroríficas y crueles sino en sus grandes debilidades “humanas” como la avaricia, el amor, la conciencia del bien y mal, la soledad, la empatía: sentimientos y emociones prohibidos para ellos. El sexo y el erotismo también plaga la novela.
Con un lenguaje actual sin rayar lo chabacano, con guiños constantes a películas, música e incluso programas de Tv ahora presentes, personajes históricos, con mucho sentido del humor, Eba mantiene al lector ávido de más lectura. Agradecer la estructura del libro que facilita su lectura, cada personaje tiene su propio capítulo y narra en primera persona lo que está viviendo. Especificando la fecha y lugar que nos relata. Así los flash backs no son confusos y el lector sabe situarse en cada momento.
El humor como contrapunto a aquellos momentos de más horror y terror, aunque éstos no están plagados de sangre y vísceras constantemente. Magia, rituales y recetas presentes sin abuso ni pesadez. El suspense de saber más de quien es Yo, y el destino y las relaciones de los demás personajes. Supongo que lo sabremos en una segunda entrega.
Olvídense de las historias de colmillos, nocturnidad y alevosía. Son personajes identificados con las inseguridades e historias de cualquier mortal “¡Qué gran mentira eso de que los vampiros no sangramos ni sentimos dolor!”. Por otro lado Eba consigue aunar realidad y fantasía con total naturalidad, denuncias sociales como el derecho a la opción sexual y el abuso a menores. Y el uso de las redes sociales. Por que los vampiros también tienen su Facebook.
Una lectura original para pasar un buen rato, sin prejuicios de nada, sin miedos, y con ganas de más. Quiero destacar las notas aclaratorias de la autora sobre nombres mitológicos porque ayudan a entender su simbología. Una lectura más que recomendable.
“Sólo quería un corazón en el que refugiarme: amar y ser amado sin temor al abandono y al desamor”
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